¡Hola amigos! ¿Cómo están? Hoy les quiero traer la reseña de “Kim Ji-young, nacida en 1982” de la escritora surcoreana Cho Nam-joo. Mi ultima lectura del 2020. La verdad es que le traiga muchas ganas a este libro, y con todo el hype, no pude detenerme y leerlo finalmente en diciembre.

Kim Ji-young, nacida en 1982, nos narra la historia de Kim Ji-young, una chica que nos mostrara lo difícil que es ser mujer en Corea del sur. Una historia inquietante, que demostrara que no solo en Corea se ignora a la mujer.

La narrativa es amena, atrapa desde el comienzo y hace que leamos la historia bastante rápido. Algo que disfrute mucho, es que la historia esta llena de datos que la autora se toma el tiempo de aclarar, esto hace que la lectura, a pesar de estar llena de información, no se sienta pesada y se pueda leer bastante bien.

Los personajes están bien construidos, y aunque siempre seguimos la vida de Kim, los demás personajes no pasaran desapercibidos. Un personaje que me gusto bastante y me pareció super fuerte, para ser mujer, fue la madre de Kim. Demuestra que, en una familia, la mujer también puede manejar la estabilidad económica y saber como tener una voz.

Algo que no me gusto, y lo que evito que le diera 5 estrellas, es la trama en sí. Aunque esta interesante y el asunto del feminismo y de como se ignora la voz de la mujer en Corea, la sinopsis nos promete algo curioso, y es que Kim pierde tanto su voz, que termina hablando con la voz de su madre, de una amiga, etc. Esto solo ocurre en las primeras páginas, e incluso no se habla más. Claro se da a entender el porque ocurre esto, pero yo esperaba ver esa transición de Kim hablando como si fuera otra persona.

El libro se siente como si fuera una biografía de alguna chica llamada Kim Ji-young. Sabemos que Kim es un personaje que retrata la vida de muchas mujeres en Corea, pero yo me esperaba algo más.

Para la mayor parte, la primera regla era un secreto que solo podían compartir con su madre o con sus hermanas. Un secreto fastidioso, doloroso y algo vergonzante. Ese fue también el caso de Kim Ji-young y su familia. Su madre evitó mencionarlo directamente y se limitó a servirle más caldo, como si la menstruación fuera algo indecente sobre lo que se debía callar.

Algo positivo y que disfrute mucho, pero al mismo tiempo me daba impotencia y algo de molestia, era como Kim veía trabas a lo largo de los años. Ser mujer en el mundo es difícil, cada vez esto ha ido disminuyendo, pero en países de Asia, esto se siente un poco mas difícil, pues tiene creencias que hacen que este camino hacia la igualdad sea mas lento.

Vemos como nuestra protagonista le cuesta resaltar en su escuela, y no solo a ella, también a sus otras compañeras. Vemos como a lo luego de la historia, mujeres cercanas a Kim se revelan contra “el sistema” y aun así termina siendo la culpable de algo que fue culpa de algún hombre.

—Ni siquiera yo sé si me casaré o si tendré hijos. O puede que me muera antes. ¿Por qué tengo que renunciar a lo que quiero ser o hacer por un futuro que no sé si llegará o no?

El tema de la maternidad también me impacto un poco. Se cuenta como eran las creencias antes, el que tener una hija no era algo positivo para una familia. Luego vemos como esta idea, aunque sigue presente, disminuye a lo largo de los años, pero la maternidad sigue siendo un tema. Hay un punto de la historia en la que Kim no se siente preparada para tener un hijo, pues siente que le costo mucho obtener un empleo y sabe lo difícil que podría ser mantenerlo una vez haya tenido a su bebe, pero comienza a sentir presión con la familia de su esposo, y eso simplemente demuestra la forma en la que nos siguen viendo y cual creen que es nuestro lugar en este mundo.

La verdad es que es un libro bastante interesante, lleno de datos y frases increíbles que no pasaran desapercibidas para ningún lector. Después de leerlo, puedo entender la popularidad que gano, pues narra una historia tan real, que puede causar molestias para esas mentes misóginas que se niegan avanzar y a ver más allá que la mujer es débil y no sirve mas que para atener al hombre y tener hijos.

El mundo había cambiado muchísimo, pero las pequeñas reglas, los pactos y las costumbres seguían sin actualizarse. En conclusión, el mundo no había cambiado tanto.

Puntuación: 4/5 ⭐